viernes, 5 de septiembre de 2014

EL ESCRITOR ES UN LOBO PARA EL ESCRITOR


Dos escritores (poco seguidos en Twitter) resolviendo a golpes una conversación que empezó por defender la prosa de Milan Kundera frente a la de Ken Follett.

Vale, reconozco que la frase del título es una vulgar copia de la que promulgó Plauto en su Asinaria, esa que rezaba: "el hombre es un lobo para el hombre". Soy poco original y me tiro pedos, no soy perfecto.

La foto puede que tampoco sea de escritores, no tienen gafas de pasta ni barba, eso les delata. Además llevan camisa blanca sin estar en un evento chulo.

Pero no os perdáis en los detalles sin importancia que yo hoy quiero ponerme serio para hablar de la excesiva seriedad de los escritores. Esto no es nuevo, ni la seriedad ni que yo hable de ello. Ya os he dicho que soy poco original.

Veo, leo, admiro, ciertos hilos donde hay interacción entre "presuntos" escritores y me produce vergüenza ajena. También risas. De hecho me descojono con las ínfulas, envidias y complejos ajenos.
Exponen con descaro defectos ajenos, críticas veladas sobre temas personales o profesionales, demostraciones palparías de que ven la paja en el ojo ajeno y no ven el AVE que tienen en el suyo propio.

Alguno quiere parecer muy "cool" , otro va de muy "guay", otro presume de ser pedante, otro presume de que la tiene más larga (la lista de amigos en las redes sociales), otro mete spam de su mierda, otro critica el spam del anterior, otro da la palmadita al de turno con el kleenex en la mano, otro defiende a su amigo del "alma" al que no conoce, otro critica a los premios literarios mientras compite en ellos, otro se queja de como va la industria  literaria mientras la desprecia, otro critica que fulanito es más de ligar que de escribir, otro se tatúa la lista de Amazon en el miembro, otro compra estrellas para luego presumir de ellas, otro escribe reseñas por compromiso, otro se hace fotos con él que criticaba el día anterior por privado, uno te eliminará de sus listas porque no eres tullido mental como él, a los niños les crecerá la barba sobre los granos y a los adultos se les caerá el pelo.

Realmente creo que los egos sin perspectiva convierte a los escritores en ridículos. Generalizo con osadía porque sé que no es así, que hay una minoría de manzanas podridas que no van a joder el cesto.
Pero no os engañéis, son podridos para escribir, relacionarse y para la sociedad en general. Casi mejor que se desfoguen escribiendo mierda y exhibiendo complejos que con otros actos que sean más repugnantes para todos.
Los tarados es mejor tenerlos controlados, no me gusta cada vez que escucho eso de "pues era un vecino perfecto, siempre saludaba por la escalera".

Hace tiempo que digo, desde mi Atalaya de indiferencia ante los excesivamente serios, que muchos escritores se dan una importancia que no tienen. Gastan muchas energías en criticar y pocas en mejorar su mierda.
Suele coincidir, los que son más bocazas suelen ser los más limitados y escriben mierda por mucho que muchos lameculos aplaudan sus exabruptos. Eso si, lo mismo te escriben un libro de coaching, de técnicas de escritura o sobre la decoración de los bares de Malasaña.

A mi me gustan los escritores que escriben bien y que van a lo suyo, los que comentan con ingenio no impostado, los que no pagan favores cortando cabezas, los alejados de las cazas de brujas, los que crean buen rollo, los que generan positividad e ilusión. Es decir, me gustan los que suman y no los que intentan restar. Los de gesto amable.

Algún día, estos renglones torcidos de Dios, se darán cuenta de que los bomberos no tienen que pisarse la manguera y que si en vez de torpedear al ajeno se intenta remar todos juntos esta nave que hace aguas podrá salir adelante.

Besos para todos, incluso para los que crean que pico con la barba.






18 comentarios:

Viviendo de risa dijo...

Touché!! Ahí les has dado! Sigue así, que da gusto leerte

CARLOS DEL B. IGLESIAS dijo...

Gracias Rosama, besazos !!

bcharmer dijo...

Cómo nos conoces. Jejejejeje. El ego es como un virus que hace que te duela la tripa y estés todo el día de mal humor, pero como suele ir acompañado de una tribu de palmeros que te dice que cómo mola tu dolor de tripa terminas dando lecciones de como expulsar los gases.
No sé si me he explicado o he hecho una reseña encubierta de Scooby Doo, pero me ha salido así.
Prometo que, el año que gane el Príncipe de Asturias, el Cervantes y el Nobel el mismo año no elevaré mi ego por encima del de Vargas Llosa.

Carmen Grau dijo...

Gracias por este magnífico artículo, Carlos, me ha encantado. Palmadita en el hombro para ti, ;)

CARLOS DEL B. IGLESIAS dijo...

Bcharmer, si os conozco como si fuera uno de ellos...saludos

CARLOS DEL B. IGLESIAS dijo...

Carmen, gracias por pasarte por aquí, un honor. Besos

María José Moreno dijo...

Has puesto palabras a lo que yo llevo pensando hace tiempo, postura valiente denunciar la realidad, a veces no es fácil. Felicidades.

bcharmer dijo...

Ahora más en serio. No todas las personas, porque el problema de los escritores es que son personas normales y corrientes, llegan a experimentar la madurez con los años. Muchos son los que se estancan en el desarrollo mental y espiritual, y situaciones como como éstas lo dejan en evidencia.

La Isla de las Mil Palabras dijo...

Mejor descrito imposible. Una entrada que pienso compartir, porque comparto, todas y cada una de las palabra. Saludos.

CARLOS DEL B. IGLESIAS dijo...

Maria José, realmente no es un ejercicio de valentía. No tengo nada que perder porque tampoco soy escritor, me amparo en el anonimato y hago gracias para que suene más bonito.
Abrazos

CARLOS DEL B. IGLESIAS dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
CARLOS DEL B. IGLESIAS dijo...

Amigo bcharmer, en eso de la inmadurez tengo un Master hecho porque la tengo de manera crónica.
Tampoco me va mal...;)

CARLOS DEL B. IGLESIAS dijo...

La isla de las Mil palabras, gracias

bcharmer dijo...

De todas formas, que sepas que todos te damos la razón porque creemos que hablas de los demás y no de nosotros. Es una realidad tan cierta como que a Ana Mato le crecen los coches en el garage sin darse cuenta.

bcharmer dijo...

De todas formas, que sepas que todos te damos la razón porque creemos que hablas de los demás y no de nosotros. Es una realidad tan cierta como que a Ana Mato le crecen los coches en el garage sin darse cuenta.

FELIX JAIME dijo...

A mí me parece que hasta les estás haciendo un favor llamándoles "escritores", así que imagínate... Dime uno, sólo uno, que esté viviendo de lo que escribe. Y aún así, hasta ellos mismos se llaman escritores. En fin, que tiene que haber de todo. Buen desahogo, sí señor

Unknown dijo...

Gracias a Carmen Grau por recomendar este artículo y !claro! gracias al autor por escribirlo

CARLOS DEL B. IGLESIAS dijo...

Gracias a Carmen y a ti, Marlene, por venir... :)