Se llama Doña Carmen Martinez, es de Vallecas.
A pesar de conservar ese buen aspecto y esa mejor cabeza tiene, atesora, 85 años.
Tendría que estar cómodamente en su casa, pegada a la mesa camilla, relajada viendo la televisión y criticando a Belén Esteban, pero no, las leyes hechas para ricos no se lo permitieron.
Fue víctima de un desahucio mediático, hay muchos pero algunos duelen e indignan más cuando te das cuenta de que los bancos, los usureros, los políticos vendieron su alma y su corazón al diablo.
Aplican con celeridad y rotundidad las leyes QUE QUIEREN y se pasan los derechos fundamentales por el forro de sus cojones.
Creyeron que era mejor seguir desoyendo lo que se dice desde Europa sobre esta práctica inhumana (no hicieron lo mismo al liberar a violadores, asesinos y demás lacra). Ejecutaron el desahucio SIN PIEDAD.
La indignación ciudadana fue enorme y de ello se hizo eco un modesto club de fútbol: el Rayo Vallecano.
No crean que los equipos grandes de Madrid se ofrecieron a colaborar, no, están ocupados pagando comisiones obscenas a agentes portugueses de jugadores, debiendo a Hacienda y consiguiendo lo que quieren sus presidentes llevando a políticos al palco. De puta vergüenza.
El Rayo, los jugadores, empleados y ese técnico que cae bien por narices (Paco Jémez) se movieron para crear una fila cero para que la gente ayudara a la anciana ,además de facilitarla un alquiler digno en su barrio.
Un club deportivo (S.A.D) cubriendo los desfases repugnantes que amparan los políticos.
La historia podría acabar ahí, pero no, puede mejorar en cuanto a valores.
Con esta primera parte uno cree que no está todo perdido, que todavía queda motivos para no hincar la rodilla, corazones inquietos que lloran ante la injusticia, pero es que Doña Carmen tenía reservada una pirueta final digna de película buena, de las de llorar sonriendo.
Hace pocos días se organiza en la sala de prensa del Rayo la entrega del cheque a la SEÑORA y esta sorprende diciendo que esos 21.000 euros son muchos para ella, que no necesita tanto, y que la mitad se la cede a Wilfred (ex portero nigeriano muy querido por la afición) que está aquejado de una grave enfermedad.
Ese dinero será destinado, entre otras cosas, para traer a sus familiares a España.
Justo al borde del camino, cuando casi perdemos toda esperanza de que la humanidad siga siendo humana, esta SEÑORA ( sí, se merece ese "señora" más que los políticos o los dueños de bancos) nos da una lección de solidaridad y humanidad que te revuelve algo dentro, te emociona y te hace seguir pensando que sí hay esperanza, que los malos e hijos de puta son menos.
Gracias a esta señora y al Rayo me he hecho un poco de ellos. Vale, la Pedroche también ayuda , uno sigue siendo humano a jornada parcial.
Tiene cara de buena gente y de lista. Da gusto estar rodeado de gente que respira aire no contaminado."Todos tenemos que hacer cosas buenas"- dice Doña Carmen. Tomen nota.
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