lunes, 11 de diciembre de 2017

MI EXPERIENCIA EN TINDER




    Pues he durado tres semanas y unos días, no ha llegado a cuatro.

Podía tirarme el rollo y decir que me apunté como un ejercicio periodístico o que ejecutaba un experimento social, pero no, mis aviesas intenciones eran otras.

La primera era vender mi libro. Sí, buscaba un nuevo mercado en el que enajenar mi maravilla escrita que cada vez es más difícil de colocar, bien porque mis contactos ya lo han comprado, bien porque crean que tengo que regalárselo por alguna desconocida razón, bien porque no tengan legítimo interés o bien que ya estén hasta la cona del libro que anda dando vueltas dos años y algo por ahí. Chicle demasiado estirado.
Esa era mi opción inicial, pero ya que estábamos en una aplicación para ligar y asumiendo que viene el invierno con sus temporales - que siempre me pillan sin chimenea - decidí probar para buscar buenas compañías de esas que me hagan pensar que Madrid es más que gente viviendo agobiada por el trabajo.
Honestamente, no es algo que necesite. Hace tiempo, muchos años, estuve en Meetic y en un grupo de singles donde iban todos en plan colegas anteponiendo las risas a las caricias, eso de cara a los otros, porque luego, a solas, sacaban la esencia que se escondía detrás del qué dirán.
Creo que el mejor sitio para conocer sitios es la calle. También está bien Facebook ya que te da mucha información y así la sorpresa de la primera vez es menor, ya que conocerás, si quieres, por dentro y por fuera a la nueva amistad o rollo.

Tinder se mueve de manera sórdida. Se basa en dar "sí" o "no" a fotos que se ponen como si un muestrario de caballos fuera.

Muchos se ponen haciendo deportes de aventura, yendo al gimnasio y viajando. Eso parece ser que ya quiere dar a entender que es interesante. También fotos mirando al infinito. Luego cruzas tres líneas escritas y te das cuenta de que el dinero del gimnasio no ha ido destinado a libros. Mal cliente. Unlike instantáneo.

Otras mujeres ponen fotos grupales. No son capaces de recortar su cara con el Paint de una foto donde no sabes quién es la intrépida opositora a algo. En estos casos es mejor ser pesimista.

Algunas ponen fotos vestidas de novia. Espero que no trabajen en marketing. Es un esta vez me saldrá bien, sea con quien sea. Agobia.
Una vez quedé con una que a la segunda frase me dijo que quería marido, así, a bocajarro. No era mala chica pero mira, pudo comprobar que no estoy en tan mala forma al verme salir corriendo como alma que lleva el diablo.

Luego están las que no ponen fotos suyas y ponen frases de Coelho e imágenes de gatitos. Es como comprar un Kinder Sorpresa pero con la casi seguridad de que el huevo amarillo vendrá vacío. El anonimato casi siempre trae mierda.

Las edades, curiosa manera de quitarse años en muchos casos, en algunos incluso de dividirlos entre dos.

Y para acabar, dejando de un lado las que ponen fotos normales que es el 60%, están las que se prostituyen directamente. Alguna pone eso de "busco un papi con dinero que me pague todo". Seguro que Mujeres y Hombres y Viceversa tiene cantera en esta aplicación. Me parece legítimo aunque me repugne todo lo que rodea a ese mundo. Y al de la prostitución también.

Debajo de las fotos, que van de una a cinco, creo, se pone una descripción. Está vació en el 50 % de las veces, lo que refuerza lo trivial y básico de este método.
Algunos textos son curiosos. Hay parejas que buscan tríos, mujeres que quieren que se abstengan los de rollo de una noche y se pide mucho sentido del humor. Ojo, ese es mi fuerte, pero parece ser que mis fotos con el libro en la mano nublaba el deseo y no llegaban a mi texto que estaba bien elaborado y que casi me hacía parecer un tipo interesante. Yo me habría querido conocer.

Después de este catálogo de fotos de mujeres ( en mi caso son féminas, pero hay todas las opciones disponibles) se ejecuta el like o el dislike en segundos. Te gusta o no. Así, sin arrepentirse.
También está el superlike. Yo tuve uno y cuando reclamé atenciones emocionado me dijo la buena muchacha que se había equivocado. Me rompió el corazón.
Si logras que la otra parte pulse el like a tu perfil hay un puto MATCH!!!.


Os habéis puesto de acuerdo, si uno de los dos no se ha equivocado con el dedito en el metro. Ahí se abre un chat chapucero - que se parece al de Love in Lycos de hace 20 años - y podéis empezar a conoceros.

Tienes un límite de likes si no pagas. Obviamente yo no iba a gastar un euro en esto, soy más de cervezas. Al principio te pierde la ansia y la curiosidad, luego gana la desidia y no los gastas.

De cada diez conversaciones seis morirán en la primera o en la segunda frase. Es realmente curioso este dato. Mola, ¿eh?

Una vez que has conectado y mantenido un mínimo contacto puede que llegues a quedar. No sé si eso es bueno o malo. Piénsalo, hay muchas series interesantes por ver.

No sé, no me llena.

He visto a gente conocida que me sorprende que estén ahí porque me parecen preciosas e interesantes, pero claro, mi ego me lleva a pensar que lo mismo pensarán ellas de mi bella persona.
No es nada malo, seguro que a muchos les ayuda a cubrir momentos de soledad. Todo lo que palie la soledad me parece cojonudo.

En mi caso tengo que decir que el número de piradas que me he encontrado no es normal, rompe con todas las estadísticas razonables, sodomizan cualquier ley de probabilidad.
Eso puede llevarme a pensar que atraigo a las que tienen algún problema de raciocinio o bien que se equivocan al dar a los botones de una jodidamente sencilla aplicación.
Demasiado inmediato, demasiado burdo, pero seguro que a mucha gente le solventa problemas.

En mi caso tengo que decir que he conseguido dar dos libros sin cobrarlos, he conseguido una amiga para ver poesía en directo y otra que me ha ofrecido una habitación en alquiler. Supongo que tengo que estar satisfecho de no estar descuartizado en una maleta pero la verdad es que creo que hice bien en bajarme de ese tren ayer. Una experiencia más, como la de aquel baño turco.

Podré sobrevivir otro duro invierno más sin chimenea.