Con una cosa muy larga entre las manos
Francisco Javier Cuesta Ramos es leonés, profesor de tenis, miembro de una asociación para la conservación de serpientes (y similares) y está casado con una sex symbol tailandesa.
Tiene tres hijos, Zape, Zen y Zorro. No le gustan los nombres como Antonio o Pepe, por eso se cambio el suyo por el de Frank.
Algunos pensarán que está loco, otros que es un imprudente, y otros envidiarán cochinamente su libertad.
Es un niño grande que disfruta con lo que hace.
Poca gente puede decir que hace algo con pasión, este tipo la regala.
Como toda persona afectada por el síndrome de Peter Pan tiene enfados momentáneos y pataletas las cuales muchas veces son para llamar la atención. Tiene química con la cámara.
Desprende nobleza, tiene la mirada del que no miente, del que no sabe mentir.
Su look es curioso, personal, puro marketing:
-Gorra para atrás como las que llevan los chavales traviesos, esta de color blanco, como la mayoría de las cosas que lleva. Blanco inmaculado, no llama la atención como color chillón en la selva.Eso le mantiene vivo.
-Camiseta de manga larga, lógica para evitar los roces con las plantas y para mitigar las mordeduras de las serpientes, de las que lleva unas cuantas ya por cierto (y algunas de arañas y demás animalitos salvajes).
-Sandalias de plástico de las que usan los enfermeros a juego que parecen poco lógicas para moverse por donde se mueve, con calcetines , como no, blancos.
Muy educativo a la hora de verle sacar el antídoto del reptil, hacerse cortes, no tan emulable en su osadía, cosa que recalca, que lo que el hace no es un juego. Es como los del Pressing Catch, tu los ves por la tv y si te dedicas a hacer lo mismo es que eres gilipollas. Algún idiota habrá muerto ya por intentar dominar una víbora con la espumadera de la paella.
Lo descubrieron por casualidad en Callejeros viajeros. Si, ese programa donde solo sale gente pija y aburrida hablando de bares y de monumentos viejos. Eso sucedió en el 2010 y los productores vieron un filón en su locura. Es original, es algo que no vemos desde Feliz Rodriguez de la Fuente, pero esta vez los animales no están presuntamente drogados como sucedía en "El hombre y la tierra" (eso se decía).
Ha ganado varios premios.
Siempre va a acompañado de su cámara Santi Troncho (novio de Ana Fernández, el pibón de los Protegidos), un redactor en Tailandia y una redactora en España.
Ha hecho dos versiones, la que habla de su vida allí, y la que habla de la fauna aquí en España.
A día de hoy, hace pocas semanas que ha decidido no continuar con los programas, dice que no le motiva, le entiendo, pierda la libertad y espontaneidad por la dictadura de la televisión caníbal.
El existía antes de salir en la televisión y seguirá con su vida después de ella, aunque supongo que volverá.
Ha dejado grabado un reality de supervivencia, por África creo, donde comparte aventuras con gente como Jesús Calleja, otro leonés con guindilla untada en el culo.
A mi me hipnotiza verlo, me encanta su forma de ser apasionado con lo que hace, su antes mencionada libertad.
Es el contrapunto a mi, con el culo pegado en una puta silla frente al pc todo el día.
Todos deberíamos ser más Frank y no perder la ilusión por las cosas ni dejar de lado las pasiones.
41 años de vivir a tope, un buen tipo, le deseo la mejor de las suertes.
Más larga que Nacho Vidal
Rodeado de políticos y banqueros
heridas de guerra (esto fue de un accidente de aviación)
10 comentarios:
Si no fuera porque a veces se le ve demasiado el plumero, su programa sería genial. Buenos días Carlos.
Pues yo veo mucha verdad en él, de los pocos no contaminados por las audiencias...
Un abrazo Mar ;)
Ser aventurero tiene que ser hermoso, creo que todos de alguna manera llevamos una parte de osadía que sacamos ante la rutina, entonces quizá buscamos el peligro y huimos de la rutina.
No parece mal personaje, pero quizá si no lo deja acabe maleado como mucha gente, la tele tan mediática quita espontaneidad y sencillez a todo el que se deje seducir por ella.
Un abrazo Carlos.
Lo ha dejado por principios Cari, ha dicho que le llamaron por temas de audiencia mucho los directivos y con la muerte de su padre poco.
Un ejemplo.
Un abrazo Cari
¿Qué cuenta en la tele más que las audiencias? llamado también share?
NADA.
Pero menos mal que quedan principios...eso nos reconcilia con el mundo ¿o no?
Quizá a los que tienen/tenemos principios se les llama gilipollas, quiero pensar que hay muchos gilipollas en este caso.
Otro abrazo, hoy estoy de un espléndido... :-)
Cari, no digas tacos que ese no es tu estilo :)
Te dejo un abrazo Carlitos !
A mi me parece un auténtico gilipollas. Su manera de expresarse, carente de cualquier olor a EGB, por lo menos, y las pifias constantes que mete describiendo las especies que manosea, le convierten en los más antipedagógico que puede haber ahora mismo, si hablamos de divulgación medioambiental.
Por cierto, compara a este tío con Félix Rodríguez de la Fuente, tiene tela. Madre mía.
Oliver, una opinión respetable totalmente.
Un saludo
A mi me gusta el programa, frank es bueno. Pero ir en zuecos en pantalon corto y una camiseta de manga larga, por mucho que sepa y sepa valga eso, pues le hecha unas pelotas de tenis increibles pero lo ves tan tranquilo que a mi me da mas seguridad que otro tipo de progras que veo por hay.
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