miércoles, 26 de junio de 2013

FOTOGRAFIANDO ÁNIMAS CON CAROLINA CRISTÓBAL PALACIOS

                         Fotografía obra  de Carolina Cristóbal Palacios



No me lo creía.

Decía la tradición que el día de los difuntos, cuando llega el ocaso, en un monte de Soria se pueden fotografiar almas en pena.

Lo llaman el Monte de las Ánimas, el mismo Bécquer dedicó parte de su ingenio a hablar de ello.

Hablaba Gustavo Adolfo de un tal Alonso y una tal Beatriz , de líos amorosos, de desengaños, de muertes, de esqueletos, de templarios (orden de Malta), pues eso...molaba.
El resumen de todo es que se supone que el día ese en cuestión, el 1 de Noviembre, se pueden ver cosas que dan miedo.

En aquel año es cuando frecuentaba saraos de gente con cultura y de la Cultura (de la capital española). Hablando (entre copas) de estos temas propuse a Carolina que se viniera conmigo a captar la verdad que se esconde detrás de toda leyenda.

Ella llevaría su equipo fotográfico ya que es una profesional que tiene no sólo talento sino que también tiene máquinas de esas con mucho zoom y trípode grande.
Yo llevaría kit kats como base alimenticia, algo de comer que no necesitara microondas y una libreta donde escribir esos pensamientos que se pierden cuando estás en momentos creativos, lugares interesantes,durmiendo, la ducha o el peluquero.

Acordamos emprender la aventura.

Carolina llevaba un machete de considerables dimensiones. Me hacía sentir seguro. Estaba realmente acojonado, se me calentó la boca a la hora de animarla a ello...
Ella estaba segura y confiada. Me reconfortaba saber que alguien me defendería si un ánima intentaba hacerme pupa.

Nos desplazamos allí en mi Megane.
No es un lugar fácil de llegar, es de acceso complicado y hay que dejar el coche aparcado a las faldas del monte y luego subir a pie por un camino hecho para no ser cruzado.
El objetivo era llegar al monasterio de San Juan de Duero, una obra del románico que habla en medio del silencio de los campos de Castilla con verborrea de adolescente un sábado por la noche.

No puedo contar lo que allí vivimos, no puedo narrar todo lo que pudimos ver, los gritos que pegamos, la piel de gallina, la sensación de frío y las pruebas...no puedo contar todo...

Esta historia debería haber quedado para nosotros dos, prometimos no contarlo a nadie, pero Carolina tuvo el infortunio de que un ratero desalmado (curiosa paradoja) la enajenó la cámara (y su bolso) un Agosto en Fuengirola.

A las pocas semanas, Carolina, recibió esta foto que enuncia el relato con un texto :

"Hay cosas que deben ser contadas, secretos que deben ser compartidos" .(Hasta un ladrón culto se quedó cautivado por la evidencia)

Y es por eso que Carolina se animó (precioso juego de palabras) a mostrar esta foto y yo no dudé en contar lo que os he contado. Es hasta donde puedo hablar, no me atrevo a contar más...

Carolina Cristóbal Palacios 

Su flick (muestrario de fotos) es: 

http://www.flickr.com/photos/katharsia/

Sus facebooks:

https://www.facebook.com/universokatharsia

https://www.facebook.com/media/set/?set=a.10201219053789276.1073741826.1559022262&type=3

Y pronto su web...

¡Gracias Carolina!





2 comentarios:

Ángela dijo...

.
Excelente! Muy interesante lo que han vivido Carlitos! A mí no me da miedo... Si algo me gustaría es que se me aparecieran mis papás aunque fuera por segundos, y ver cómo y dónde están... sólo en sueños los he visto y por separado.

Hace tiempo que no te leía.
Me gusta leerte.

CARLOS DEL B. IGLESIAS dijo...


Me alegro que te haya gustado y que me leas...

Eres mi mexicana favorita...

Un abrazo