La oscuridad se adueña de la fría ciudad,
la coherencia da paso a la mezquindad
del gobierno de turno calientapoltronas
y en la radio no escucho a las habituales lloronas.
Falsedad de carácter y de idioma,
la gente obedece a quien le doma.
La palabra se queda muda ante tanto desatino,
ante la nieve, solo me queda una copa de vino.
Telediario cruel en lo de la temperatura,
nadie sabe porque lo del apagón dura,
sin móvil, ni luz, ni político a la vista...
mucho coche en cuneta e intransitable la pista.
Transferirles, por favor, un poco de cabeza
porque, hoy por hoy, vivir aquí me da pereza.
MARZO 2010...Nieves en Girona
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