Tengo un amigo que no deja de sorprenderme.
Este hombre tiene una forma curiosa de ligar: se introduce en el medio de la afortunada objeto de tal dicha.
Todo empezó el día en el que se enamoró de la hija de un matador de toros. El siempre había sido antitaurino, de los de palestino, litrona y brindis al sol.
Pues bien, por esta muchacha se aprendió enciclopedias taurinas de memoria, hablaba con términos taurinos (verónicas a lo Curro Romero, citar como Antoñete..etc...), se afilió a las nuevas generaciones del PP e incluso se rumorea que iba a misa de 9 (alguna vez se confesaba y todo... el muy osado).
El resultado de su táctica de acercamiento, de asimilar los gustos de su pretendida, fue un desastre.
Ella se hecho un novio de los del cuello del polo para arriba y cocodrilo en el pecho y cuando el la confesó que su "aprendizaje" era por su amor..ella se limitó a decir un "¡vaya gilipollas!".
El hombre es el único ser capaz dos veces con la misma piedra..este tio está más tiempo en el suelo que de pie.
Otra día tuvo la brillante ocurrencia de enamorarse de una Judia (estudiante israelí de intercambio)...le mandó a la mierda justo antes de que su parte más noble perdiera la piel de fuera...(solo imaginarlo me produce estremecimiento). Creo que ya tenía cita.
Le he visto aprenderse de memoria todo sobre cine independiente para ligarse a una taquillera, se ha tragado conciertos de música clásica por la violinista, ha pintado paredes con graffitis por una rapper...etc..
Ahora le gusta una frutera. Dice que va a comprarla fruta cada 4 dias...pesa 8 kilos más desde que le dió por ahí...
Solo rezó porque no se enamore nunca de una escritora...¿qué clase de aberraciones podría llegar a realizar?..me entra el sofoco de pensarlo
1 comentario:
Yo soy escritora y, hasta la fecha, nadie ha incurrido en ningún tipo de aberración por tratar de conquistarme. A Dios gracias, ¡ja,ja,ja!
Publicar un comentario