lunes, 28 de febrero de 2011

EL DIA EN EL QUE FUI EL VIZCONDE DE VALMONT




Una de mis películas favoritas es "Las Amistades Peligrosas" de Stephen Frears de 1988. En ella hay una escena en el que el personaje interpretado por John Malkovich , el vizconde de Valmont, que es un conquistador nato, que usa la palabra para seducir a toda mujer que se le cruza en el camino, se da cuenta de que se ha enamorado de Michelle Pfeiffer , una bella Madame de Tourvel.
Una vez que es consciente de su amor, se da cuenta de que toda su vida puede cambiar y que el haber conocido a tal dama es un acontecimiento vital que debe asumir o evitar.
Decide que para no sufrir por algo que puede romperle los esquemas y que para poder seguir siendo libre física y mentalmente es mejor romper con toda relación con aquella dama.
Usa el lenguaje para hacerla sentir mal y quiere provocar que esta le tenga tanto asco que no quiere saber más de el. Se muestra como un tipo estúpido e idiota, simulando que le importa una mierda esa mujer, mientras ella llora desconsolada..
Cuando ella le pide explicaciones el se limita a decir un "lo siento, no puedo evitarlo".







Hay veces en la vida en que uno tiene dudas, muchas... Hay veces en que uno se siente raro, siente cierto desconfort...hace cosas que no se imagina que podría hacer (por ejemplo. ir a misa un domingo tarde).
Y cuando esas sensaciones se adueñan de tu cuerpo y en los libros de medicina pone que "te estás enamorando"..solo tienes dos opciones: asumirlo y luchar por ello o salir corriendo.
Cuando ves que no es verosímil escoges la segunda opción, no se puede dejar la puerta abierta, hay que cerrarla con cerrojo y maderas cruzadas.
Analizando el futuro, me dí cuenta que no había tal y que la única manera de no "estar jodido por tiempo ilimitado" era parecer un imbécil , provocar alguna que otra lágrima, y crear una sensación de desasosiego en la receptora de mi estupidez.
Ella es una mujer súmamente interesante, una preciosa mujer, una gran escritora, una buena persona...es decir lo que quizás siempre he buscado...pero no es el momento de permitirse amar, ni de permitirse ser rechazado, así que la cobardía y el "hasta luego" me pareció la opción menos mala.
A sabiendas de que no me comprenda y dando por hecho de que no había opción buena..repetí,una y otra vez, frente al espejo: "lo siento, no puedo evitarlo"..alguna lágrimilla se me escapó...



En el final de la película el Vizconde de Valmont muere en un duelo con espadas. No es mala metáfora para expresar como me siento hoy...aunque estoy tranquilo...porque se que he hecho lo correcto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estás tranquilo porque no te has visto en la necesidad de un desafío, en forma, de un caballero.