Cansado de tus mentiras y tus engaños
aporreo la puerta de mi desesperación
y tú, harta de sufrir mi condición
recuerdas lo sucedido con los años.
Tiempos que fueron felices y dichosos
anhelos de promesas sin cumplir
jugando a adivinar el porvenir
sentados en un sillón, así de sosos.
Viajando sin movernos de la nada
contando con los dedos la fortuna
yo queriendo solo a una...
tu aceptando peticiones sin coartada.
Mis cheques sin fondo se acabaron,
tu camino corrió mejor suerte
yo quise ser ante ello fuerte
cuando mis sueños contigo se frustraron.
Y aquí ando, cuidando de mi hijo de pocos años
mientras tu en Cancún te diviertes con alguno
sonriendo, con sorna, a mi forzado ayuno
mientras yo me olvido de mis miedos y tus daños.
1 comentario:
No es fácil seducir si empezamos un texto bajo el epígrafe : LÁGRIMAS DE COCODRILO.
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